Serpram trae a Chile la solución AirSentinel, para hacer frente a la propagación del Covid-19.
Desde que comenzó la pandemia nuestros equipos se han preguntado ¿cómo devolver a los habitantes la sensación de seguridad y cómo garantizar una correcta ventilación y mejor calidad del aire en espacios cerrados?
Las evidencias científicas nos han demostrado que la transmisión del virus no solo es a través de gotas de mayor tamaño (que proyectamos al toser o hablar), sino que lo más problemático son los aerosoles que exhalamos y que transportan y distribuyen el virus en forma similar al humo del tabaco en espacios cerrados.
Ante esto, se diseñó el sistema AirSentinel que consta de un dispositivo portátil capaz de monitorear la calidad del aire en espacios cerrados (IAQ – Indoor Air Quality), con funciones personalizables y que, a diferencia de otros dispositivos existentes en el mercado, permite también gestionar la ventilación y la purificación del aire, a través de su integración con sistemas automáticos de ventilación. Es un sistema diseñado específicamente para aulas de clases, comedores, restaurantes, bibliotecas, centros de convenciones, zonas de recepción, salas de espera de establecimientos públicos, entre otros; previniendo así la propagación del virus SARS-COV-2.
AirSentinel: monitorear, alertar, y purificar el aire
Con AirSentinel se monitorea la cantidad de CO2 existente en un determinado lugar, previa configuración de algunos parámetros asociados a donde sea instalado, gracias al sistema de sensores “CO2 Sentinelle” que en forma constante mide los niveles de CO2, la temperatura y la humedad.
Estos sensores se integran en la plataforma de pilotaje inteligente AirSentinel permitiendo controlar los aforos mediante una interfaz gráfica y sistema de notificaciones a los usuarios, informando sobre la necesidad de ventilar natural o mecánicamente (cuando no sea posible su activación automática), entre otras funcionalidades.
Principales funcionalidades de AirSentinel:
Beneficios del AirSentinel:
Proteger la salud y la seguridad a largo plazo, al reducir todo tipo de emisiones de partículas, promoviendo la salud al reducir la circulación de los virus y, a su vez, las infecciones invernales, frenando también la propagación del virus Covid-19 y la concentración de polen, reduciendo las alergias estacionales y las molestias asociadas.
Favorecer la asistencia a los colegios gracias a un menor absentismo tanto del personal como de los alumnos/jóvenes, promoviendo un mejor ambiente de trabajo gracias a la reducción de los niveles de CO2 y a la captura de compuestos orgánicos volátiles.